sábado, 28 de febrero de 2009

Cambiar es complicado

Hace años conseguí dejar de fumar, me costó un poco al principio, pero luego me fue resultando cada vez más sencillo. Con las dietas me pasa lo contrario, empiezo con muchas fuerzas pero a medida que pasan las semanas e incluso los meses, se vuelve más y más difícil de mantener.


Supongo que se debe a que la comida no es una droga, se necesita para vivir, y es difícil desengancharse de algo cuando obligatoriamente lo tienes que tomar en pequeñas dosis varias veces al día.


Otras veces he conseguido cambios importantes en mi vida o en mi forma de ser con mucho esfuerzo, a veces cambios que requerían mucha constancia. Puede que este nuevo reto se parezca más a ese tipo de cambios, puede que sólo necesite dar con la manera adecuada de mentalizarme...

jueves, 26 de febrero de 2009

¿Por dónde empiezo?

Una vez que he decidido dar un cambio radical a todos mis hábitos de vida, se me plantea la cuestión de cómo hacerlo. ¿Qué dieta, qué deporte, qué nuevas costumbres escoger?


Creo que es muy importante empezar con buen pie para no cansarse al poco tiempo y también para no hacerse daño tanto física como psicológicamente, por eso esta vez ningún método me convence.


Aún no he dado con mi deporte ideal, me gustaría apuntarme a un gimnasio porque el ir a clases que sean divertidas me ayuda a ser más constante, pero tengo un problema adicional, que ahora mismo estoy en el paro y no me puedo permitir gastar tanto dinero. Por otro lado, me encanta la natación, pero nadando no se baja mucho peso, y además lleva mucho tiempo, con lo que sólo lo puedo hacer como deporte adicional, no principal. Odio salir a correr y ese tipo de cosas, me canso el segundo día. Así que en este aspecto, creo que voy a empezar por intentar caminar más y hacer algunos ejercicios en casa.


En cuanto a la dieta, pensé en ir directamente a mi médico de cabecera, pero siempre dan las mismas dietas, y luego no te controlan el peso, con lo cual mi constancia con una dieta monótona y sin que nadie me vigile, se va al garete en un par de meses. Lo sé, necesito fuerza de voluntad, y no que nadie me tenga que controlar, pero es que a lo largo de otras dietas la he ido perdiendo poco a poco...


Al final, como en mi entorno toooodo el mundo me recomendaba desde hace tiempo que fuese a la dietista de la casa naturhouse, me he decidido a pedir vez, y empiezo el miércoles que viene. Lo cierto es que tampoco creo en este tipo de dietas, en las que te obligan a tomar un montón de infusiones y suplementos vitamínicos, creo que todo lo que se salga de unos hábitos normales no ayuda demasiado, sobre todo a luego no volver a caer en las viejas malas costumbres, pero en fin, a falta de un plan mejor, empezaré por este camino.


Tengo la cabeza echa un lío, necesito desesperadamente bajar peso y ser una persona más ágil y más activa, pero es realmente complicado, hay tantos factores a tener en cuenta...

miércoles, 25 de febrero de 2009

Mi historia

Me encanta comer. Suelo comer casi siempre hasta que no puedo más, si puedo no paro de picar entre horas y además llevo una vida completamente sedentaria.


Cuando salgo de cena con mis amigos, cuentan con que voy a comer como uno de los chicos, y si salgo a cenar con mujeres me avergüenzo un poco y me quedo con hambre por intentar comer como el resto.


He hecho muchas dietas a lo largo de mi vida, casi siempre con pocos resultados, tan sólo una vez bajé casi 10 kilos con muchísimo esfuerzo y cuando la dejé volví a subir lo mismo o más. También he intendado hacer ejercicio muchas veces, pero al final me suele poder la pereza.


Me encanta la ropa, me gustaría tener un estilo de vestir muy personal, pero mi talla la mayoría de las veces no me lo permite.


No me gusta encontrarme con gente que hace muchos años que no veo porque creo que estarán pensando en cuánto he engordado.


Me preocupa el comprobar que cada vez estoy más gorda, y el no saber dónde voy a ir a parar si sigo en esta línea.

martes, 24 de febrero de 2009

No existen las dietas milagrosas

Lo primero para elegir un estilo de vida sana a seguir, es echar abajo el mito de las dietas milagrosas.


A lo largo de los años he seguido en innumerables ocasiones todo tipo de dietas absurdas que no valían para nada. Algunos ejemplos de este tipo de dietas son la de la manzana, la del pomelo, la de la sopa, la de la leche, la alta en proteínas y baja en hidratos, etc. Con este tipo de soluciones con suerte conseguimos bajar unos kilos para luego recuperarlos, a veces con creces, cuando volvemos a nuestro ritmo habitual de comidas.


Mentalicémonos, es imposible adelgazar y, lo que es más importante, mantenerse delgada, sin cambiar por completo los hábitos alimenticios, no existen soluciones de un mes o una semana, el secreto está en cambiar todo de raíz y conseguir ser constante en unos hábitos sanos y no obsesionarse con la comida. Por desgracia, no hay un método milagroso con el cual bajemos 5 tallas en 3 semanas y después mantengamos el tipo tan sólo con desearlo.


Es cierto que las dietas milagrosas son más atractivas y más sencillas de seguir, pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil, ¿no? :)

El porqué de todo

Hace poco más de una semana, como si de una película romántica americana se tratara, mi novio hincó una rodilla a mis pies y, anillo en mano, pronunció esa frase que mis oídos tanto habían ansiado oír. La realidad nunca es como uno la imagina, y por tanto mi reacción tampoco fue echarme a llorar de la emoción, darle inmediatamente un sí y envolvernos en un beso y un largo abrazo como había planeado, sino que me puse nerviosísima y le pregunté una y otra vez si estaba bromeando o qué, hasta que por fin me di cuenta de que aquello iba en serio y me ceñí al plan, aunque quitando la parte de las lágrimas.


Pero entonces, terminado ya el momento cúlmen del paripé, vislumbré ante mí lo que iban a ser los próximos acontecimientos importantes en mi vida y de todo, lo que menos me gustó fuí YO.


Tengo 29 años, mido 1.73m y peso 93 kg. Cuando tenía 18 años usaba una talla 38, pero después comencé una carrera sin fin hasta una 48 que utilizo actualmente. A lo largo de estos años he intentado toda clase de dietas, ejercicios y demás para adelgazar, aunque al final siempre sigo volviendo a mi cómoda vida sedentaria y a comer lo que me da la gana, que suele ser de todo y en grandes cantidades.


Por eso ahora, de una vez por todas, me he puesto como objetivo romper con todo y dar un giro radical en mi vida, mis hábitos, y mi peso, aunque aún no sé muy bien cómo voy a hacerlo, y este blog surge como refugio para relatar mis sufrimientos a lo largo de este duro camino.


Y es que reivindico encarecidamente mi derecho a no ser para el resto de mi vida UNA PERSONA GORDA.